miércoles, 2 de febrero de 2011

Cantora de Yala - Melania Perez -

Todo detenido.
Estalactita -el silencio- que se duerme melancólico, helado, entre los propios pies.

Todo sombra.
La mirada, lenta, pesa.
El sueño denso abraza desde la espalda, con brazo constrictor.
El aire...

Y de pronto, inesperado, retumbas en toda la casa.
Y desde tan lejos venís sobre tu voz, descolgándote en un paracaídas tan blanco.
Y su sol. Rojo.
Lo mismo que encantada me deja tu risa.

Entre bicicletas y trajes. Calamarcito transparente y palitos.
Señoras sobres sus tibias. Tarea ardua la rotación.
Silencio a las ocho, y a reír en voz baja.
Mangas. Pelucas de muñeca. Teatro por generación.

Mayito, amigo mío, hermano mío, querido mío: Gracias.
Me alegraste desde el centro exacto. Toda.
Y si bien, ya sabes, nunca es igual tenerte lejos, que tenerte cerca; solo estás cerca.

Mayo, tanto te quiero.

Saberlos así de bien, así de inquietos, activos, sencillamente; elimina cualquier posible angustia.
Mi abrazo para vos.
Mi abrazo para la flaquita.
El abrazo del grupo completo para ambos.

Y ahora... A ver si recordé bien:

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